La ley con menos consenso de la democracia española

La ley del matrimonio gay se impuso por "rodillo" y sin ningún consenso. En junio de 2005, incluso el Senado español voto contra el matrimonio homosexual (131 senadores de cuatro partidos contra 119). Senadores socialistas (Francisco Vázquez, gallego; Mercedes Aroz, catalana) hablaron contra el matrimonio gay. El diputado socialista Ramon Espasa en Catalunya Radio declaró que llamar "matrimonio" a las uniones del mismo sexo requería mayorías realmente amplias.
Votó en contra de esta ley el Consejo de Estado (dictamen 2628/2004), la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia, el Consejo General del Poder Judicial, 700.000 firmas avaladas por la Junta Electoral Central y una manifestación de 700.000 personas (según la prensa italiana, por ejemplo) que colapsó Madrid con el lema "La familia sí importa".
Dos años después, tras docenas de bodas gay en las teleseries españolas y en los telediarios (hasta en Los Lunnies se han promocionado las bodas gay) sólo un 56% de los españoles están a favor de legalizar estas uniones (datos del Eurobarometro 66) y sólo un 43% piensa que debe ser legal entregar niños en adopción a parejas homosexuales (cosa que se hace con esta ley). En Europa la oposición es aún mayor: sólo el 32% permitiría la entrega de niños en adopción a parejas homosexuales; y sólo el 44% aceptaría la unión de dos homosexuales como "matrimonio legal".

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