Tras caerme de mi sillón estilo Emmanuelle al leer el post de mi queridoEscrito por, donde reproduce una peculiar declaración de Carlos Boyero, voy a recordarle al crítico de El País que interpretar a un homosexual o a una lesbiana no es garantía de ganar un Oscar. Aquí van unos cuantos ejemplos:
-La oscura Judith Anderson, ama de llaves secretamente enamorada deRebeca, fue nominada como actriz de reparto en 1940. No hubo premio.
-Sal Mineo soñaba con vivir una pasión con el bellísimo James Dean enRebelde sin causa. Nominación en 1955. Simplemente.
-Paul Newman en la plenitud de su esplendor físico no hacía puñetero caso a La gata sobre el tejado de cinz caliente, una bellísima e hiper sensual Liz Taylor, porque sufría por el amor con un malogrado colega. Le cayó una merecidísima nominación como actor principal en 1958, pero se fue de vacío.
-Las arenas del desierto eran testigas silenciosas del homoerotismo deLawrence de Arabia. Peter O´Toole fue candidato en 1962. El británico sigue sin estatuilla...
-Al Pacino atracaba un banco para costearle la operación de cambio de sexo a su amante Chris Sarandon en Tarde de perros. Ambos, como actor principal y de reparto, recibieron merecidas nominaciones en el 75.
-El gran Marcello Mastroianni pululaba por las terrazas romanas junto aSofía Loren en Una jornada particular. Su sensible intepretación le valió una candidatura, allá por 1977.
-Bette Midler se convertía en la desgarrada lesbiana Janis Choplin en el musical La Rosa. Nominación al canto en 1979. No Oscar.
-Robert Preston soltaba mucha pluma con sobrada attitude en el musical, de Blake Edwards, Victor o Victoria. Nominación en el 82. Volvió a casa de vacío...
-John Lithgow, si no me falla la memoria, fue el primer actor que encarnando a un transexual rozó la estatuilla. Fue candidato al mejor actor de reparto enEl mundo según Garp, de 1982. Nada de premio.
-Una poco glamourosa Cher -con lo que es ella- suspiraba por los huesillos contaminados de Meryl Streep en Silkwood, en el 83. Calabazas del tío Oscar.
-¡Bingo! William Hurt sí se llevó en 1985 la estatuilla por encarnar al enamoradizo presidiario Molina en El beso de la mujer araña.
-Whoopi Goldberg y Margaret Avery eran lesbianas en El color púrpura, de Spielberg. Ambas quedaron finalistas en el 85. Ni la peli ni ellas lograron lal victoria.
-Jaye Davidson, ambiguo hasta decir basta, fuera y dentro de la película, fue nominado como secundario por Juego de lágrimas, en 1992.
-Tom Hanks, enfermo de sida, amante de la ópera y novio de Antonio Banderas en Philadelphia, sí cazó el Oscar en 1993.
-Hilary Swank era una chica que se sentía chico en Boys don´t cry. Su gran mutación le valió su primer Oscar.
Tres Oscar contra muchas más derrotas, señor Boyero. Saque sus conclusiones...
¿Qué otros actores interpretando a homosexuales fueron candidatos al máximo galardón de Hollywood?