Al 41% de los padres no les gustaría que su hijo fuera homosexual

El Colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de Castilla y León (Colega) hizo ayer públicos los datos de su observatorio de la diversidad de orientación sexual e identidad de género y creen que, aunque poco a poco, se producen avances.

Consideran positivo que haya un mayor reconocimiento a los matrimonios homosexuales (un 60% lo ven como un derecho consolidado), pero no todos los datos son tan alentadores.

El 41% de los padres confiesa su rechazo a tener un hijo homosexual, «no hay que entenderlo como que si lo tuvieran no lo aceptarían, sino que, sabedores de la discriminación, preferirían que no lo fuera», explican.

Igual de sorprendente es que un 26% de los encuestados considere la homosexualidad como una enfermedad, un porcentaje que se dispara al 39% si se habla de los transexuales, más desconocidos.

Insultos y acoso

En lo que va de año, han recibido 143 denuncias, en su mayoría varones de 17 a 30 años que han sufrido algún tipo de discriminación.

Las agresiones físicas son minoritarias, pero abundan los insultos y la exclusión en el ámbito educativo y también casos de acoso laboral.

Pese a todo, su mensaje es positivo. La mitad de los encuestados creen que existe una plena integración.

5 preguntas a...
Rafael Moral.Presidente de Colega en Castilla y León

1 ¿Por dónde hay que empezar? Por implicar a todos, tanto instituciones como asociaciones de madres y padres o sindicatos. Ojalá encabezaran ellos las acciones para que colectivos como el nuestro no fueran necesarios.

2 Se está haciendo algo bien en la región? Sí, en el ámbito educativo vamos por delante. Hemos sido de los primeros en poner en marcha un plan de convivencia escolar y un observatorio. La educación es uno de los pilares básicos para avanzar.

3 ¿Y dónde nos falta mucho por recorrer? Yo diría que en el ámbito rural. Desgraciadamente hay mucha diferencia entre las ciudades y los pueblos en la aceptación de la diversidad.

4 ¿Qué les dirías a los jóvenes que insultan o agraden? Que se pongan en el lugar del otro. Hay dinámicas de grupo para hacerlos ver qué se siente y para que se den cuenta de que su actitud no es más que una llamada de atención, un grito.

5 ¿Hay causas perdidas? No, pero es cierto que a partir de los 45 ó 50 años, es difícil modificar la manera de pensar de la gente sobre este asunto. No es imposible; digo más, nuestra obligación es intentarlo.

Fuente: http://mail.google.com