Multitudinaria misa en Madrid en contra del aborto y el matrimonio gay

La festividad de la Sagrada Familia reunió a cerca de un millón de personas, según los organizadores E El arzobispo aboga por un matrimonio "muy distinto" al que "está de moda"

Rouco Varela saluda a los religiosos que asistieron ayer a la Misa de la Familia, en Madrid. / efe 

AGENCIAS | MADRID El Papa y el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, coincidieron ayer en afirmar que la educación de los hijos ha de estar en manos de "padre y madre" y en animar a las miles de familias presentes en la Santa Misa celebrada en la madrileña plaza de Colón a permanecer unidas "a pesar de vivir tiempos tan críticos". Además, Rouco resaltó que el aborto es "una las lacras más terribles de nuestro tiempo". Con una temperatura inferior a los diez grados y con pronóstico de lluvias, que finalmente no cayeron, cerca de un millón de personas -según fuentes de la organización- de todos los puntos de España celebraron la Festividad de la Sagrada Familia. 

Globos, pancartas bajo el lema La familia es solidaria, el Papa es solidaridad, paraguas con los colores blanco y amarillo de la bandera vaticana, y banderas españolas y de varias comunidades autónomas, completaron la estampa festiva de la plaza, en la que, antes y después de misa, el coro de la Almudena amenizó con villancicos. 

En este contexto, el Papa invitó los asistentes -desde el balcón del Apartamento Pontificio de la Plaza de San Pedro de Roma, en el marco del Angelus- a que no dejen que "los lazos del amor se desvirtúen". Sin embargo, los problemas técnicos impidieron que los fieles de Madrid escucharan en directo las palabras del Pontífice, que fueron emitidas en diferido al término de la Eucaristía. 

Por su parte, Rouco resaltó durante la homilía que los niños "necesitan del amor de un padre y de una madre para poder ser engendrados, traídos al mundo, criados y educados conforme a la dignidad que les es propia desde el momento en el que son concebidos en el vientre materno: la dignidad de personas, llamadas a ser hijos de Dios", agregó. Además, el arzobispo de Madrid resaltó que "es posible concebir, ordenar y vivir el matrimonio y la familia de forma muy distinta a la que en tantos ambientes de nuestra sociedad está de moda". 

Por otra parte, Rouco aprovechó el acto para arremeter contra el aborto. "Estremece el hecho y el número de los que son sacrificados por la sobrecogedora crueldad del aborto, una de las lacras más terribles de nuestro tiempo tan orgulloso de sí mismo y de su progreso. Ellos son los nuevos Santos Inocentes", indicó. Asimismo, alentó a los asistentes a sobrellevar las "dificultades" económicas, sociales, jurídicas, culturales, morales y espirituales que se "interponen en el camino de las familias", siguiendo el ejemplo de la Familia de Nazaret, "siempre luminoso y siempre actual". 

Por su parte, el presidente de la Federación Estatal de Lesbianas y Gays, Antonio Poveda, demandó ayer a los convocantes a esta misa que se respeten todos los modelos de familia.